lunes, 22 de junio de 2015

QUÉ ES EL TIEMPO

QUÉ ES EL TIEMPO
Por: Ouspensky

El tiempo es el enigma máximo y más difícil que enfrenta la humanidad.

Kant considera al tiempo del mismo modo que considera al espacio, como una forma puramente subjetiva de nuestra percepción.

Dice que, condicionados como estamos por las propiedades de nuestro aparato perceptor, creamos tiempo como una conveniencia para la percepción del mundo exterior.

La realidad es continua y constante.

Pero a fin de poder percibirla, debemos dividirla en momentos separados, o sea, nos la representamos como una serie interminable de momentos separados, de los que uno (y solamente uno), existe para nosotros.

En otras palabras, percibimos la realidad como si fuese a través de una estrecha ranura.

Lo que vemos a través de esta ranura, lo llamamos presente; lo que vimos pero no vemos más, lo llamamos pasado; y lo que no vemos para nada pero esperamos verlo, lo llamamos futuro.

Examinando cada fenómeno como el resultado de otro fenómeno, o de varios otros, y esto a su vez, como la causa de aún otro, u otros, o sea, examinando todos los fenómenos en su relación funcional mutua, nosotros, mediante este mismo hecho, los examinamos en el tiempo porque, muy clara y distintamente, visualizamos primero la causa y luego el efecto —primero la acción, luego la función— y no podemos pensar en ello de otro modo.

De manera que, para nosotros, la idea del tiempo está esencialmente conectada con la idea de la causalidad y de la interdependencia funcional.

La causalidad no puede existir sin el tiempo, tal como el movimiento o la ausencia del movimiento no pueden existir sin el tiempo.

Pero nuestro concepto de nuestra "existencia en el tiempo" es turbio y brumoso.

Primero que todo, examinemos nuestra relación con el pasado, el presente y el futuro.

Habitualmente, consideramos al pasado como no existiendo más.

Se fue, — desapareció—, cambió, llegó a transformarse en otra cosa.

Tampoco existe el futuro.

No existe todavía.

Todavía no llegó, no se formó aún.

Con el presente, significamos el momento de transición del futuro en el pasado, o sea, el momento de la transición de un fenómeno de una no-existencia en otra.

Sólo durante este breve momento un fenómeno existe realmente para nosotros; antes, existe como una potencialidad, y después, existe como recuerdo.

Pero, como hecho concreto, este breve momento es una ficción.

No tiene dimensión.

Por el contrario, tenemos todo derecho a decir que el presente no existe.

Jamás podremos atraparlo.

¡Lo que procuramos atrapar es siempre ya pasado!

Si nos detenemos en eso, estaremos obligados a admitir que el mundo no existe.

Lo único que existe es alguna fantasmagoría de ilusiones, que relampaguea y luego se esfuma.

Nuestra habitual visión del tiempo conduce a un absurdo cabal:

Por regla general, no logramos darnos cuenta de esto, y no vemos que nuestra habitual visión del tiempo conduce a un absurdo cabal.

Ouspensky



No hay comentarios:

Publicar un comentario